Para las entidades de segundo nivel de supervisión que tengan cartera de créditos, la presentación del reporte de pérdida esperada será condición obligatoria para poder realizar el envío general de información a la Supersolidaria a través SICSES en Julio con corte JUNIO 2025. En otras palabras, si el reporte de pérdida esperada no se carga correctamente, el sistema bloqueará la transmisión del informe general, generando incumplimientos que pueden traer consecuencias administrativas y sancionatorias.
te voy a explicar los errores más comunes en la aplicación del modelo de pérdida esperada, y ofrecer orientaciones claras sobre su adecuada implementación.
🚩 Los 5 errores mas comunes:
Muchas entidades ya tienen sistemas que generan el reporte. Pero incluso esas presentan fallas.
1. ❌ Clasificación errada de garantías
Uno de los errores más frecuentes es la clasificación errada de las garantías.
Garantía idónea: Fiducia, garantía real sobre bienes, o cobertura de fondos de garantías que administren recursos públicos (como el FNG o el FAG).
Garantía no idónea: Codeudores, avalistas u otras figuras que no cumplen condiciones estrictas de respaldo.
Sin garantía: Créditos sin ningún respaldo adicional ni aportes cruzados.
Errores comunes:
Parametrizar mal títulos valores como CDAT propios.
Clasificar como garantía de un fondo público lo que realmente es aval privado.
Utilizar mal los códigos de garantía y su impacto en la PDI (Pérdida Dado el Incumplimiento).
2. 📅 Mala interpretación de los plazos
Otro punto crítico es la confusión entre días de mora e incumplimiento. Es importante recordar:
El incumplimiento inicia a partir del día 91 de mora.
La norma establece períodos de 270 días posteriores al incumplimiento, es decir, hasta 360 días de mora total.
Algunos sistemas erróneamente empiezan a contar los días desde el día uno de mora, siendo lo correcto contarlos a partir del día 91 a efectos de determinar la perdida dado el incumplimiento segun el tipo de garantía.
3.📉 Aplicación incorrecta del 45% o 50% de pérdida
Depende de si es por libranza, del tipo de garantía, y de si está en mora o no. Por ejemplo:
Créditos sin libranza y sin garantía → Hasta 30 días: 50%
Del día 31 al 120: 75% (porque son 30 días después del incumplimiento que se da a patir del día 91 de mora) Muchos aplican estos valores en momentos equivocados.
4. 🧪 Homologar mal las calificaciones
Solo se homologa si la máxima calificación es la del modelo de referencia. Si la máxima viene de la recalificación de cartera o por reestructuración, no se homologa.
Además, la homologación no es solo formal:
Va para centrales de riesgo
Va para los estados financieros Y lo que no esté bien, no pasa.
5. 🔄 Ley de arrastre: un crédito dañado contamina todo
Cuando una persona tiene múltiples créditos y uno entra en incumplimiento (más de 90 días de mora), la probabilidad de incumplimiento del 100% se extiende a todos los créditos del mismo titular, incluso si los demás están al día.
Ejemplo típico:
Cuatro créditos por libranza al día
Uno por caja con 91 días de mora ➡️ Todos deben marcarse con PD del 100%. Este fenómeno también aplica en campañas con tarjetas de crédito, cuando no se controla adecuadamente el seguimiento de mora.
¿Y si aún no se ha configurado el sistema?
Muchas entidades aún no tienen sus sistemas listos para generar el reporte ni conocen bien la guía técnica. Esto puede traducirse en dos riesgos:
El reporte será inconsistente o mal calculado.
El SICSES bloqueará el envío general de información.
Fechas clave
🗓️ Julio de 2025: Fecha límite para cargar el primer reporte obligatorio, con corte al 30 de junio.
🗓️ Julio de 2026: Inicia la obligación de contabilizar la pérdida esperada en los estados financieros.
Comprender el modelo, evitar errores en la clasificación de garantías, interpretar adecuadamente los días de mora, aplicar correctamente los porcentajes de pérdida, y homologar según lo definido, no son tareas opcionales, sino responsabilidades fundamentales para asegurar el cumplimiento y la transparencia.
Más allá del cumplimiento normativo, este proceso representa una oportunidad para fortalecer la gestión del riesgo crediticio y la calidad de la información contable. Prepararse con anticipación, capacitar al equipo y validar cada componente del modelo será la mejor estrategia para evitar sanciones y generar reportes confiables y técnicamente sólidos.
La pérdida esperada ya no es una proyección teórica: es un informe exigido, verificable y vinculante.
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Actualmente diversas agremiaciones exploran alternativas de crecimiento y supervivencia de las Cooperativas cuya actividad primordial es el aporte y el crédito a pesar de que se denominen multiactivas o integrales, dado que más del 50% de su activo es cartera y más del 80% de la cartera es libranza y más del 80% de sus ingresos son financieros, por lo que se presumen están constituidas por trabajadores, empleados o pensionados de un vínculo común de asociación similar al que aplica para los Fondos de Empleados. En mi opinión estas entidades tienen varios riesgos y limitaciones:
Dependen exclusivamente de aportes sociales para financiar sus operaciones de crédito lo cual los lleva a contar con menos recursos pues no pueden captar ahorros como los fondos de empleados, las mutuales y las cooperativas con actividad financiera autorizada.
Debido a lo anterior deben recurrir eventualmente a apalancamiento financiero a mayores costos o limitar su oferta de crédito
Se exponen al riesgo permanente de descapitalización por envejecimiento de la base social, y porque en un contexto de alta inflación, altas tasas y estrechez del flujo de caja de los hogares, les resulta más atractivo “monetizar” sus aportes cruzándolos con cartera o retirándolos para pagar obligaciones o constituir depósitos a término en otras entidades.
No poder revalorizar más del IPC hace que resulte más atractivo ahorrar en otras entidades así que no existe un estímulo para incrementar los aportes o mantener altos montos.
La imposibilidad de contar con otras fuentes de financiamiento limita su crecimiento y competitividad por lo que sus indicadores de eficiencia y tamaño de portafolio percápita es menor que las entidades que pueden captar ahorros.
Estas cooperativas deben pagar impuesto de renta mientras los fondos de empleados no son contribuyentes del impuesto de renta.
La menor eficiencia operativa y los mayores costos de financiación no solo genera menores excedentes para reinvertir socialmente sino que además el 50% de sus excedentes está comprometido en impuesto de renta, educación y solidaridad, mientras que un fondo de empleados solo destina por ley 20% para reserva y 10% para desarrollo empresarial.
Deben registrarse en el RUNEOL mientras que los fondos de empleados NO.
Aquellas que tienen que aplicar la pérdida de esperada, la probabilidad de incumplimiento para la cartera “A” es entre 3 y 4 veces más alta que el porcentaje que aplica para los fondos de empleados según se trate de especializadas, multiactivas o integrales sin actividad financiera.
Para sustentar con cifras mis observaciones, he tomado cifras publicadas en la página WEB de la SUPERSOLIDARIA a diciembre de 2024 a partir de las cuales identifiqué 172 cooperativas cuya cartera supera el 50% del activo, la cartera libranza es superior al 80% de la cartera, presentan activos superiores a $500 millones y aparentemente están constituidas bajo un vínculo común de asociación de trabajadores, empleados, pensionados que deben acreditar los fondos de empleados. (Ver Anexo 1 con la muestra pero pueden ser más)
Compraré estas entidades con 1.108 fondos de empleados con activos entre $500 millones y menos de $180 mil millones de pesos al mismo corte y calculé el valor de aportes y ahorros percápita (por asociado) encontrando lo siguiente (cifras en pesos):
Estadistica
F.E.
COOP
promedio
$ 9.264.721
$ 5.777.569
mediana
$ 6.656.606
$ 3.699.966
percentil 80
$ 12.685.095
$ 9.633.289
percentil 20
$ 9.256.426
$ 5.742.554
# ENTIDADES
1116
165
Los fondos de empleados son casi 7 veces más en número que las cooperativas de aporte y crédito presuntamente de vinculo cerrado, lo cual sugiere mayor nivel de crecimiento de los fondos.
Lo anterior podría deberse a que mientras el aporte por asociado en las Cooperativas es de $5,8 millones, en los Fondos de Empleados es de casi el doble con $9.3 millones
Si tenemos en cuenta que poder captar ahorros les da a estas entidades en promedio otros $3.5 millones de ahorros por asociado y lo multiplicamos por los casi 413 mil asociados que tienen estas 166 cooperativas, el poder captar ahorros les permitiría contar con otros $1.4 billones de recursos incrementando su activo 59% y su cartera en 49% (descontando el 10% para fondo de liquidez).
La transformación en Cooperativas con actividad financiera es un proceso complejo, largo, dispendioso y por ende costoso, incluyendo el seguro de depósito de FOGACOOP. A manera de ejemplo cito algunas exigencias que las Cooperativas con actividad financiera tienen que NO aplican a un fondo de empleados:
Nivel 1 de supervisión automático con mayores reportes semanales y mensuales y número, así como mayor tarifa de contribución para la super.
Al ser nivel 1 automáticamente deben aplicar pérdida esperada.
Deben implementar riesgo de mercado y operativo.
Inscripción, reportes y pago de seguro de depósitos al FOGACOOP
Código de Buen Gobierno y normas de buen gobierno.
Posesión previa de administradores, revisores fiscales y oficiales de cumplimiento
Deben cumplir normas prudenciales: patrimonio técnico, solvencia, límites de concentración (eso solo aplica en fondos de empleados con más de $15 mil millones de activos).
Capital mínimo obligatorio de $2 Mil millones para 2025 (se incrementa cada año con el IPC).
No pueden ejercer la multiactividad. Los fondos de empleados en cambio pueden ejercer otras actividades contempladas en el estatuto siempre que no inviertan en ellas los recursos de los ahorros captados que solo pueden destinarse a crédito a los asociados.
No pueden invertir en bienes inmuebles que no sean para el desarrollo del objeto social, tales como sedes sociales o recreativas.
Tienen un régimen de inversiones restringido que solo les impide tener inversiones que tengan relación con entidades gremiales o de servicios complementarios sociales o que presten servicios técnico administrativos necesarios para la actividad financiera.
Por todo lo anterior mi consulta es la siguiente:
¿Pueden las Cooperativas cuya actividad principal es la crediticia (cartera / activo >50%) cuya cartera se recauda principalmente por libranza (>80%) y su vínculo común de asociación está determinado por empleados, pensionados, trabajadores de una o varias empresas o pagadurías públicas o privadas, de un grupo empresarial o de un gremio o sector económico claramente definido (como PROMEDICO) transformarse en fondo de empleados?
¿Qué requisitos, pasos, procedimientos o aspectos principales deben tener en cuenta y cumplir las cooperativas que pretendan transformarse en fondos de empleados?
¿Las Cooperativas que se transformen en fondos de empleados pueden captar como fondos de empleados las mismas clases de ahorro que las cooperativas con actividad financiera o éstas tienen autorizadas otras operaciones de captación que los fondos NO?
¿Puede considerarse que para una Cooperativa transformarse en Fondo de Empleados es un retroceso en su evolución empresarial?
¿Qué ventajas tiene una cooperativa de vínculo cerrado de actividad crediticia como las descritas en ésta consulta, frente a los fondos de empleados?
ANEXO 1 – ESTUDIO COOPERATIVAS CON CARTERA >50% DEL ACTIVO, LIBRANZA >80% DE LA CARTERA Y “PRESUNTAMENTE” DE VINCULO CERRADO (Compuesta por trabajadores o extrabajadores y pensionados que tienen un vinculo común de asociación igual al de un fondo de empleados) Cifras en millones de pesos a diciembre de 2024 – Calculos propios con datos abiertos publicados en www.supersolidaria.gov.co entidades vigiladas
El crecimiento de la economía a partir de 2023 ha sido positivo pero lento y por debajo de su potencial: a pesar del repunte del consumo, la inversión y el comercio internacional que se mantiene en niveles inferiores al promedio observado antes de la pandemia.
La demanda de crédito de consumo completa 3 años en terreno negativo recuperándose lentamente y el crédito hipotecario muestra mejor desempeño pero también por debajo de los promedios históricos.
La Guerra comercial de Trump tendrá impactos globales:
Existe una alto riesgo de recesión para los estados unidos
La inflación y las tasas de interés en los estados unidos se mantendrán altas
La demanda mundial y el crecimiento económico será menor por lo que la demanda de petróleo será menor y el precio del crudo se reduce afectando el precio del dólar en Colombia que se ha incrementado y por ende también presionará por su lado la inflación.
Ante el panorama de incertidumbre las tasas de interés para los Bonos del Gobierno se han incrementado, es decir, el endeudamiento del Gobierno será más costoso por la mayor percepción de riesgo. Varias calificadoras han degradado la calificación de riesgo de la deuda colombiana frente a un déficit fiscal elevado donde se requieren recortes adicionales de gasto y nuevas fuentes de recursos.
La producción de Ecopetrol viene en declive ante la pérdida de rentabilidad de algunos pozos por la reducción del precio internacional.
Como hecho positivo las remesas (giros de colombianos en el exterior) ya superan la inversión extranjera directa y completan 9 meses consecutivos superando los $1.000 millones de dólares mensuales rompiendo todos los “records”. Estas remesas sin embargo podrían reducirse como consecuencia de los efectos negativos que tenga en la economía la “Guerra Comercial” de Trump.
El turismo internacional también ha crecido de manera importante.
Colombia perdió la autosuficiencia de Gas y en los próximos años deberá importar una parte del mismo lo que podría incidir en el precio del gas y por supuesto la inflación.
El desempleo se reduce levemente, aunque sigue siendo elevado entre los países de la región pero sobre todo el principal problema es la informalidad que llega a casi 58%.
Las reformas impulsadas por el Gobierno (salud y laboral) tienen una senda compleja en el congreso.
Se plantean propuestas de reformas tributarias y decretos de conmoción interior con medidas tributarias adicionales que generan debate por los efectos negativos futuros y que buscan evitar un recorte necesario en el gasto público estimado en $50 billones para el 2025.
La situación de orden público y seguridad ciudadana se ha deteriorado de manera más o menos general en todo el país pero especialmente en algunas zonas como el Catatumbo y el Cauca la población civil se encuentra muy afectada.
Existen otros riesgos derivados de la potencial descertificación en lucha antidrogas de Colombia en el segundo semestre del año que podría llevar al recorte de ayudas, financiación y dificultades en el comercio exterior que desde ya se están presentando con un deterioro de las relaciones diplomáticas con los EEUU.
La inflación a pesar de ceder no parece regresar a la meta objetivo del banco de la república hasta el año 2026.
El panorama de riesgos inflacionarios, de sostenibilidad fiscal, riesgos externos y el inicio de una campaña electoral anticipada ha llevado al Banco de la República a adoptar una posición prudente frente a las tasas de interés que ha mantenido inalteradas desde hace varios meses y que podría iniciar un nuevo ciclo de lentos recortes próximamente, especialmente hacia el segundo semestre de 2025 por lo que de todos modos se espera que las tasas de interés del mercado se reduzcan mas lento de lo esperado y de lo deseado para estimular la demanda interna y el crecimiento más rápido de la economía.
RIESGOS PARA EL SECTOR SOLIDARIO 2025-2026.
El sector solidario tendrá afectaciones derivadas de esta coyuntura:
Mayor riesgo de retiro de asociados por disminución de ingresos, pérdida de empleo o falta de capacidad de pago, buscando con el cruce de aportes y/o ahorros y la suspensión del compromiso de aportes, mejorar su flujo de caja.
Deudores que se declaran insolventes.
Altos costos de financiación a través de CDAT y obligaciones financieras
Menor demanda de crédito
Deterioro de la calidad de la cartera
Fuerte competencia por el crédito de libranza y Vivienda con el sistema financiero (compras de cartera a largo plazo >= 10 años.
La rentabilidad de las inversiones de renta fija se mantendrán en niveles históricamente altos en términos reales (tasa de referencia – Inflación).
20 RECOMENDACIONES PARA EL SECTOR SOLIDARIO 2025-2026
Frente a este panorama las entidades del sector solidario deberían implementar las siguientes medidas:
Para las que tengan excesos de liquidez y aversión por el riesgo: implementar crédito de Vivienda financiando el 100% de su valor comercial, cosa que no pueden hacer los Bancos.
Para las que tienen liquidez ampliar los plazos temporalmente y por monto definido de colocación: ejemplo campaña con plazo de 7 – 10 años hasta monto total de desembolsos por $2.000 millones y que vence el 30 de junio de 2025.
No apurarse en reducir las tasas de interés de sus ahorros y créditos a una velocidad superior a la que lo haga el sistema financiero cuya estrategia se basa más en plazos de hasta 12 años para créditos de consumo libranza aun manteniendo tasas altas (15-20% efectivo anual según montos y plazos) porque de hacerlo se le dispara la demanda de crédito, se le caen los ingresos y se le retiran los ahorradores en CDAT afectando la liquidez y la rentabilidad.
Ofrecer compra de cartera libranza a largo plazo con menores tasas para deudores con excelente reporte en las centrales de riesgo.
Ofrecer alternativas al codeudor para garantizar los créditos tales como: créditos sin codeudor a deudores con excelente reporte en las centrales de riesgo hasta un límite de descubierto que pueda ser garantizado con la eventual liquidación final de prestaciones sociales, avales o afianzamiento, pignoración de cesantías consignadas en los fondos de cesantías (los fondos de empleados pueden comprometer hasta el 100% de las cesantías depositadas para cualquier concepto) creación de fondos mutuales para otorgar auxilios de desempleo que puedan cubrir las cuotas de los créditos durante algunos meses.
Capacitación virtual en economía solidaria y finanzas personales buscando retener asociados y fortalecer su sentido de pertenencia.
Unificación, refinanciación y retanqueo mediante modificaciones de cartera el día que no impliquen reestructuración con periodos de gracia de hasta 3 meses en el pago de capital pagando solo los intereses para mejorar los flujos de caja de los asociados que estén muy endeudados o cuyos ingresos se reduzcan.
Pago de intereses sobre el ahorro permanente que puedan retirarse para cubrir la cuota de los créditos que entren en mora, que salgan a vacaciones, que pierdan el empleo o se reduzcan sus ingresos, o que puedan retirarse para situaciones puntuales de calamidad, recreación o educación entre otros. Solo los intereses, no el capital del ahorro permanente, con lo cual el fondo de liquidez se mantiene en el 2%.
Si se quiere poder retirar el capital del ahorro permanente sin pagar intereses sobre el ahorro permanente, debe reducirse la proporción por ejemplo del 10% de la cuota para ahorro permanente y 90% para aportes, permitiendo retirar en situaciones especiales dicho 10%. Así aunque el fondo de liquidez se incremente al 10% esto solo tendría impacto sobre el 10% al ahorro permanente, que equivaldría al 1% del total de los recursos aportados por los asociados y en cambio, ese 10% podría permitir usos como los mencionados con el pago de intereses al ahorro permanente. Esto sin embargo requiere de por lo menos 5 años para que la proporción cambie o que se establezca que el valor que se puede retirar solo es el que se lleve al 10% con posterioridad a la reforma.
Las Cooperativas con actividad financiera deberían implementar la figura del ahorro permanente para destinar una parte de la cuota de aportes sobre la que se constituya un ahorro que permita manejos como los descritos previamente y pagar intereses reduciendo el excedente sobre el que se paga renta sin descapitalizar la cooperativa ni exponerla a riesgos tributarios con las prácticas que actualmente se desarrollan como gastos (fiestas, regalos, bonos, auxilios etc.) y que además permitirían devoluciones o retiros parciales quitando presión a los asociados que quieren retirarse llevándose la totalidad de los recursos de aportes bien por liquidez o por baja rentabilidad de los aportes, especialmente de aquellos que tienen montos individuales significativos.
Las entidades más pequeñas deberían buscar otras entidades similares para fusionarse y generar economías de escala en el pago de nómina, revisoría fiscal, celebración de Asambleas etc.
Las cooperativas de vinculo cerrado podrían transformarse en fondos de empleados para poder captar ahorros y no pagar impuesto de renta aunque deberán empezar a pagar parafiscales (salud, ICBF y SENA) y solo podrían vincular trabajadores contratados por cualquier medio del grupo, sector o gremio empresarial que constituya el vínculo común de asociación dejando por fuera familiares de asociados, amas / amos de casa, estudiantes, agricultores, comerciantes etc. La transformación en Cooperativa con actividad financiera no solo es un proceso desgastante, largo y costoso de resultado incierto que depende de muchos vistos buenos y el cumplimiento de múltiples requisitos adicionales que como fondo de empleados no tienen en la mayoría de los casos: no solo se requiere la del implementación 100% de los 5 riesgos, capitales mínimos de aportes ($2.600 millones proyectado para 2026), régimen prudencial y posesión previa de administradores, oficial de cumplimiento y revisor fiscal, sino que además eleva el costo de la supervisión, la frecuencia y cantidad de reportes y requiere inscripción en FOGACOOP y pago del seguro de depósito.
Crear centros de servicios compartidos para prestarse servicios tales como comunicaciones, riesgos, bienestar social, capacitación y educación, eventos, recreación, convenios etc.
Los fondos de empleados podrían destinar los recursos del FODES a fortalecer el patrimonio, es decir, trasladarlo al patrimonio a la cuenta 335200 y así mejorar el capital institucional.
Aprovechar los eventuales “buenos” excedentes que puedan darse para fortalecer el capital institucional a través de la amortización de aportes o el incremento de reservas y fondos patrimoniales.
Incrementar voluntariamente el deterioro general en la cuenta 146810 previa aprobación del Consejo o Junta Directiva basado en el análisis interno de riesgos que podría ser por ejemplo la brecha de deterioro individual con el nuevo modelo de pérdida esperada que inicia para las entidades de nivel 2 en julio de 2026.
Vender activos improductivos como sedes físicas administrativas o recreativas subutilizadas o desproporcionadas que generan altos gastos operativos (seguros, depreciación, mantenimiento, impuestos, vigilancia etc.), recursos que podrían destinarse a fines más “productivos” (financieramente hablando) tales como el pago de obligaciones financieras o la colocación de cartera e inclusive inversiones de renta fija.
En vez de más inversión en infraestructura física de oficinas deberían aprovecharse las ventajas de las nuevas tecnologías: trabajo en alternancia que no requieren grandes sedes físicas e implementar nuevos canales NO presenciales de atención tales como oficinas virtuales, digitalización de documentación legal y contable (pagarés desmaterializados), así como apoyarse en la inteligencia artificial para ciertos procesos de atención e información, todo lo cual además redundará positivamente en menores gastos de papelería, fotocopias y custodia de voluminosos expedientes que cada vez ocupan más espacio tanto en el archivo activo como inactivo.
Fortalecer la presencia en las redes sociales y desarrollar estrategias para atraer a las nuevas generaciones. La proporción de asociados menores de 30 y hasta de 40 años en el sector solidario es cada vez menor lo cual sin embargo también puede ser parcialmente resultado del envejecimiento general de la población en Colombia por lo que el sector solidario deberá empezar a prepararse y adecuar su portafolio de servicios para una economía “Plateada”.
Austeridad en el gasto en general, pero sobre todo en gasto “suntuario” por ejemplo cambiando las reuniones virtuales por presenciales, todo lo impreso por digital etc. Todo lo no esencial Considérelo suntuario.
FUENTE DE LOS DATOS Y POBLACION OBJETO DEL ESTUDIO
De acuerdo con los datos abiertos publicados por la Supersolidaria en su página WEB (“Entidades vigiladas que reportan información”) se seleccionaron entidades con datos reportados al cierre de los años comprendidos en el periodo 2018-2024 y que a su vez presentaban activos superiores a $100 millones para evaluar su desempeño histórico segmentado por tipo de entidad, actividad y tamaño de activos. El estudio al final abarcó 2283 entidades, entre ellas 172 cooperativas con actividad financiera, 1.077 fondos de empleados, 54 mutuales, 553 cooperativas cuya actividad principal es la crediticia sin captación de ahorros:
CIFRAS GENERALES (Ver anexo 1)
El total de asociados de las vigiladas por la SUPERSOLIDARIA seleccionadas en el estudio supera los 7 millones y sus activos los $57 billones de los cuales más de $32 billones son cartera de créditos, apalancados con más de $22 billones de ahorros, $13 billones de aportes, casi $3 billones de obligaciones financieras y $5.5 billones de fondos sociales y mutuales (de los cuales $4.6 billones pertenecen a Coomeva y Promédico). El sector genera ingresos por casi $27 billones y excedentes por $0.8 billones (margen neto del 3%).
Las entidades autorizadas para captar ahorros (cooperativas con actividad financiera, fondos de empleados y mutuales) representan el 57% de la muestra, concentrando 71% de los asociados con más de 5 millones, dos tercios de los activos con $37 billones, el 87% de la cartera por $28 billones, el 31% de las obligaciones financieras, el 21% de los fondos sociales y mutuales (más del 44% de los fondos son de Promédico), tienen el 57% de los aportes con $7.44 billones y a pesar de generar solo el 21% de los ingresos con $5.6 billones generan tres cuartas partes de los excedentes del sector con casi $600 mil millones de pesos. A pesar de que las cooperativas del agro y sector comercial generan dos tercios de los ingresos con casi $17 billones, sus márgenes son muy pequeños (0.32%) generando menos del 7% de los excedentes del sector.
Las cooperativas dedicadas al crédito sin captación de ahorros representan casi la cuarta parte de la muestra, tienen la quinta parte de los asociados, menos del 9% de los activos y apenas 10% de la cartera lo que se debe a las restricciones en la financiación pues al solo depender de los aportes y no poder captar ahorros deben recurrir a obligaciones financieras costosas. Estas entidades tienen el 22% de los aportes del sector y podrían afrontar riesgos de descapitalización por “relevo generacional” de la base social en la próxima década por lo que encontrar nuevas fuentes de apalancamiento a través de su transformación en cooperativas de ahorro y crédito o fondos de empleados, resulta prioritario para garantizar su crecimiento y competitividad de largo plazo.
Observando el crecimiento del subsector crediticio: las cooperativas con actividad financiera, cooperativas dedicadas principalmente al crédito, fondos de empleados y mutuales representan el 80% de las vigiladas por la Supersolidaria:
El crecimiento de la base social en 2024 fue de más del 6% casi duplicando el crecimiento promedio de los dos años previos
Algo similar sucede con los activos que crecen casi 9% frente al promedio reciente de casi 6%.
La cartera ocurre todo lo contrario con un crecimiento apenas superior al 4% que es menos de la mitad del promedio de crecimiento de los dos años previos.
Los depósitos en cambio crecieron casi 11%, el doble del crecimiento promedio de los dos años previos.
Con una menor demanda de crédito y un mayor crecimiento de los ahorros, se disminuyó el endeudamiento bancario que se contrajo casi -10% luego de crecer en promedio casi 9% en 2022-2023.
Los aportes crecen a una tasa constante promedio anual superior al 7% que podrían tener que ver con el reajuste del SMLMV
Los ingresos crecieron mas de 10% en 2024, casi la mitad del promedio de crecimiento de los dos años previos cuando las tasas de interés se incrementaron motivo por el cual también los costos que habían crecido 47% promedio en 2022-2023 desaceleraron creciendo apenas 3% durante 2024
La menor inflación también permitió que el crecimiento de los gastos ordinarios fuera ligeramente superior al 10%, cediendo frente al 13% promedio de los dos años anteriores.
El crecimiento de los ingresos y la ralentización del crecimiento de costos y gastos permitió que los excedentes mejoraran creciendo 36% frente al -14% del año 2023 y el escaso 2.3% del 2022.
INDICADORES SUBSECTOR CREDITICIO (Ver anexo 2)
Las cooperativas con actividad financiera, cooperativas dedicadas principalmente al crédito, fondos de empleados y mutuales representan el 80% de las vigiladas por la Supersolidaria:
Cartera / Activos
La cartera sobre el total de activos en las cooperativas con actividad financiera al cierre de 2024 es cercana a 76% del activo pero en las mas grandes supera inclusive el 80% perdiendo participación frente al casi 80% promedio del año 2023.
Comportamiento similar tienen los fondos de empleados donde la participación promedio de la cartera en el activo al cierre de 2024 es en promedio de 73% frente a 75% del año anterior y donde los fondos de empleados con menos de $1000 millones de activos apenas llegan a 65% promedio (68% año anterior).
En las 36 mutuales con ahorro y crédito este indicador es de 62% frente a 66% del año anterior
En las cooperativas crediticias sin captación de ahorros es de 72% promedio frente a 75% del año anterior pero contrario a los fondos de empleados, son las más grandes las que tienen menores indicadores con 63% para las más grandes y 78% para las mas pequeñas.
Depósitos / Activos
Las cooperativas con actividad financiera más grandes destinan menos del 3.5% de sus activos a activos materiales y las más pequeñas superan el 6%.
Los fondos de empleados arrancan con 1% los más pequeños llegando a superar el 3% en los más grandes. Esto se debe a que muchos fondos pequeños funcionan al interior de las oficinas de las empresas patronales.
Las mutuales destinan casi 9% y las Cooperativas con actividad crediticia llegan a superar en promedio el 10%.
Los depósitos financian en promedio 54% del activo en las cooperativas con actividad financiera partiendo del 39% en las más pequeñas y llegando al 62% en las más grandes.
Similar comportamiento presenta los fondos de empleados con 56% promedio arrancando los fondos mas pequeños en 48% y superando el 61% en los más grandes.
En las mutuales este indicador es de 55% promedio.
Aportes / Activos
En las cooperativas con actividad financiera mas pequeñas los aportes financian más del 40% del activo y se empieza a reducir a medida que la cooperativa es mas grande hasta llegar a menos de 19% en las más grandes.
Similar comportamiento se observa en los fondos de empleados donde los mas pequeños apalancan mas del 30% del activo con aportes mientras los más grandes se reducen a 11%.
El capital social financia el 15% del activo en las mutuales y es la única entidad que no devuelve tales aportes al momento del retiro del asociado.
Las cooperativas crediticias mas pequeñas financian dos tercios del activo con aportes y las mas grandes el 52%.
Capital institucional / Activos
Del 11% promedio en las cooperativas con actividad financiera, casi 10% en los fondos de empleados, 12% en las mutuales y 18% promedio en las cooperativas crediticias aunque las más pequeñas arrancan en menos de 13% y las más grandes llegan a 25%.
El capital irreducible supera el 83% del total de capital social en las cooperativas con actividad financiera más pequeñas, por lo que existe cierto riesgo de incumplimiento legal si el capital irreducible lo tienen definido en SMLMV en caso de que el aporte social no crezca o inclusive decrezca y al mismo tiempo el SMLMV se reajuste en niveles importantes para los próximos años.
ROI – rentabilidad sobre ingresos o margen neto (Excedentes / ingresos)
Podría decirse que los indicadores de rentabilidad se mantienen estables sin grandes variaciones en tendencia en los ultimos años pero si se observa menor rentabilidad que la observada antes de la pandemia 2018-2019:
En las cooperativas con actividad financiera oscila entre el 4% y el 12% siendo las medianas las que muestran mejores indicadores.
En los fondos de empleados a mayor tamaño mejor indicador iniciando con 12% y terminando con casi 20%, es decir, los indicadores de rentabilidad son mejores en los fondos de empleados que en las cooperativas.
Similar comportamiento muestra las cooperativas con actividad crediticia que arrancan en 3% las mas pequeñas y se incrementa gradualmente hasta llegar a 13% en las más grandes.
Las mutuales tuvieron un resultado promedio negativo de -2%
RAP – rentabilidad sobre aportes (Excedentes / Aportes)
En muchos casos el excedente no es suficiente para mantener el poder adquisitivo de los aportes lo cual es preocupante a largo plazo:
En las cooperativas con actividad financiera va de menos del 3% en las mas pequeñas hasta 12% en las mas grandes que son las únicas que podrían mantener el poder adquisitivo del aporte. En el medio el indicador promedio es inferior al 7% que podría ser suficiente si la inflación se reduce a niveles de 3%.
Los fondos de empleados mas pequeños logran casi 8% promedio, que es aceptable y los dos segmentos más grandes dan hasta 20% promedio en el rango de $100-$200 mil millones de activos. Los demás arrojan un 13% promedio. En general los fondos de empleados si dan excedentes para mantener el poder adquisitivo de los aportes pero es muy frecuente que los mas pequeños no paguen intereses sobre los ahorros permanentes.
En las cooperativas crediticias las mas pequeñas dan menos de 1% y las mas grandes 7.41% mientras en el medio el promedio es de 3.74% así que solo las más grandes podrían mantener el poder adquisitivo de los aportes si la inflación regresa a niveles inferiores al 4% anual.
Eficiencia administrativa (Gastos ordinarios 51 / Ingresos)
Entre mas grande es la entidad mejor es el indicador por economía de escala:
En las cooperativas con actividad financiera arranca en 68% ($68 pesos de gastos ordinarios: personal, generales, depreciación, provisión, amortización, por cada $100 pesos de ingresos) y desciende a medida que crece el tamaño de la entidad hasta llegar a 55% en las entidades con mas de $100 mil millones de activos
En los fondos de empleados mas pequeños los gastos ordinarios consumen 71.5% del total de ingresos y se reduce gradualmente hasta el 34% en los fondos de más de $200 mil millones de activos.
En las mutuales con ahorro y crédito es de 67%
En las cooperativas crediticias arranca en 85% y se reduce hasta 60% en las de más de $100 mil millones de activos.
Este indicador tiene el problema de que son muchas las entidades que registran en la cuenta 511095 muchos gastos que no son gastos de la operación sino “beneficios sociales”, es decir una distribución anticipada de excedentes que quedaría mejor en la cuenta 523095.
Calidad de la Cartera (Cartera en riesgo e improductiva / Cartera Bruta)
En general se observa un deterioro en la calidad de la cartera en todas las entidades y en todos los segmentos. Miremos la cartera improductiva (>=C) como mejor reflejo de esta tendencia:
En las cooperativas con actividad financiera arranca en 8.12% y de allí en adelante en promedio es menor del 6%.
En los fondos de empleados en promedio es del 2.2% y en los más pequeños es más alto con 2.6%.
En las mutuales con ahorro y crédito es de 6.51%
En las cooperativas crediticias en promedio es del 6% y el peor indicador está en las más grandes con casi 8%.
CONCLUSION
Los indicadores fundamentales y de crecimiento del sector en general se mantienen estables aunque se observa una desaceleración el crecimiento de la cartera y un deterioro de su calidad, así como una reducción de la rentabilidad como resultado del choque de tasas de interés e inflación así como de las mayores exigencias en materia de provisiones y en sector específicos como las Cooperativas de caficultores, el impacto de las operaciones a futuro de café ha ocasionado resultados negativos.
ANEXO 1 – estadísticas (Cifras contables en millones de pesos)
ANEXO 2 – INDICADORES PROMEDIO POR SEGMENTO SEGÚN TAMAÑO DE ACTIVOS
La desaceleración económica vivida en el país durante el periodo 2023-2024 ocasionó una fuerte caída en el recaudo tributario que en general ha estado muy por debajo de las proyecciones del Gobierno Central, lo que ha ocasionado recortes en el presupuesto de 2024 y 2025 así como aplazamientos presupuestales de importantes partidas de inversión con miras a mantener la estabilidad fiscal y la confianza de los mercados que permita maniobrar u nivel de endeudamiento que bordea desde el año 2020 niveles entre 55-60% del PIB.
A nivel general el panorama es muy preocupante en materia fiscal y de incertidumbre frente al potencial impacto en la inflación que pueda tener el reajuste del 11% en el SMLMV así como el incremento del precio del dólar y el Diesel en 2025 por lo que se espera las reducciones de la tasa de interés por el Banco de la República sean muy prudentes en el primer semestre de 2025.
El gobierno central tiene serios problemas de caja por el menor recaudo tributario, el mayor gasto de funcionamiento, la inflexibilidad de gastos como transferencias, servicio de la deuda, funcionamiento, educación, salud y defensa; motivo por el cual ha debido recortar $33 billones en 2024 y el recorte del presupuesto para 2024 será de por lo menos otros $40 billones.
Aun así el déficit fiscal que debería ser del 3% y se incrementó a más del 7% durante la pandemia, cerrará 2024 cercano al 6% y luego 2025 se proyecta superior al 5% retrocediendo motivo por el cual desde ya el Gobierno anuncia la intención de tramitar una nueva reforma tributaria. En conclusión el gobierno tiene muy poco margen para impulsar la economía y por el contrario las preocupación sobre la viabilidad de las finanzas públicas empeora debido a la incertidumbre sobre el costo de la reforma a la salud y el aumento de las transferencias a las regiones que de acuerdo con proyecto que avanza como aplanadora en el congreso, pasaría en los próximos 10 años de menos del 30% a casi 40%.
ENTORNO MACRO
Como hecho positivo, la inflación cierra con 5.2% y se prevé un dato superior a 4% en 2025 y más cercano al 3% para 2026. Sin embargo el Banco de la República señala en su primera reunión del 2025 que: “las condiciones financieras externas tienden a tornarse más restrictivas ante las políticas del nuevo gobierno de los Estados Unidos en materia de comercio, política energética y migración, que pueden tener efectos inflacionarios. Las tasas de interés de largo plazo en los mercados globales han mostrado aumentos persistentes, el ritmo esperado en los recortes de la tasa de interés de la FED ha disminuido, y el dólar se ha fortalecido”.
El desempleo se mantiene estable en niveles cercanos al 10% que a pesar de ser elevado comparado con el resto de los países de la OCDE, regresa a los niveles históricos observados antes de la pandemia. Sin embargo, estructuralmente, el desempleo NO cede y la informalidad podría estar incrementando como lo evidencia la reducción de las afiliaciones. Según Asocajas la reducción en el número de trabajadores afiliados fue de 1,93 por ciento.
El crecimiento económico fue de 1.70% para 2024 y se espera que sea cercano o ligeramente superior al 3% para 2025 y 2026. En general varios sectores económicos muestran desempeños negativos o menos dinámicos que en el pasado como se observa en el crecimiento de PIB durante 2024:
El crecimiento económico para 2024 de la economía colombiana se comportó en línea con la mayoría de los analistas, cerrando en 1.7%, que si bien mejora frente al 0.7% del 2023 todavía se encuentra muy por debajo de su potencial y a pesar de que el desempleo se mantiene estable en niveles del 10%, las afiliaciones a las cajas de compensación familiar se reducen lo que hace pensar que la calidad de este empleo se deteriora y se incrementan los niveles de informalidad.
Preocupa el hecho de que la industria completa dos años con comportamiento negativo pero es el sector de explotación de minas y canteras el que tiene peor desempeño y también información y comunicaciones así como actividades profesionales.
Dos sectores crecieron 8.1%: “Actividades artísticas” que poco aportan al agregado y “Agricultura” gracias a los excelentes precios del café, seguidos de “Administración pública, defensa, educación y salud” por el mayor nivel de gasto publico en contratación de personas del actual gobierno.
El panorama en general de incertidumbre fiscal y la pugnacidad comercial así como inestabilidad mundial derivada de la nueva presidencia de Trump y las guerras y tensiones que se mantienen en diversos puntos del planeta, hacen pensar que la reducción de tasas será muy lenta en el primer semestre de 2025 y que a nivel interno la campaña electoral traerá un alto nivel de polarización con cada vez menor margen de maniobra para la aprobación de algunos de sus proyectos clave de un Gobierno envuelto en mediáticos escándalos de corrupción, entre los cuales están una nueva reforma tributaria y la reforma a la salud, además de una política de paz total prácticamente fracasada. El crecimiento de 2025 se proyecta inferior al 3% y tal vez para 2026 por fin se llegue al 4%.
En el semáforo de la economía del diario el tiempo del 17 de febrero de 2025 solo 5 indicadores muestran comportamientos positivos: producción de café, transporte aéreo de pasajeros, utilidades de las entidades financieras, producción de obras civiles y venta de vehículos nuevos:
ECOPETROL, el GAS y el CARBON disminuyen su contribución por entrada de divisas e ingresos a la Nación (regalías, e impuestos de renta, patrimonio e IVA) debido a la caída en las ventas, en la exploración y explotación de yacimientos. Por el contrario se prevé la necesidad de importar GAS y se tiene cierto riesgo sobre el suministro de energía eléctrica a mediano plazo. Las ganancias de ECOPETROL caen 38% en medio del deterioro reputacional del Gobierno Corporativo de la empresa, especialmente de su Presidente y por la incidencia directa del Presidente de la República en la toma de decisiones estratégicas de la Junta Directiva.
Las Remesas de Colombianos en el exterior aportaron casi $12 mil millones de dólares durante 2024, pese a lo cual el dólar se disparó por encima de los $4.400 para finales de 2024 y se prevé se mantenga en niveles entre $4.250 – $4.350 hasta finales de 2026 a pesar del respiro vivido a principios de 2025. El precio del dólar tiene impacto en la inflación de los bienes y materias primas importadas y en el costo del endeudamiento externo.
El salario mínimo se expidió por decreto con un incremento total combinado del 11% lo que junto con la reducción de la jornada laboral y el proyecto de reforma laboral incrementará de manera significativa los costos en un contexto de lento crecimiento lo que podría tener algún impacto negativo en la inflación, la informalidad y el desempleo que cerró con una cifra levemente superior al 10% muy similar al cierre de 2023.
La llegada de TRUMP a la presidencia incrementará la producción de petróleo y su guerra comercial con CHINA, México, Canadá y el mundo entero si cabe, genera incertidumbre sobre el futuro de la divisa. En el caso de Colombia el reciente incidente con el presidente Trump por los deportados, ha dejado una relación maltrecha en la que además se habla de recortes en programas de cooperación militar y ayuda social.
En enero de 2025 el Banco de la República tomó la decisión de mantener inalterada la tasa en 9.5% luego de una tímida reducción en diciembre de 2024 de apenas 0.25%, así que es la tasa en términos reales más alta de las últimas dos décadas. Sin embargo, si nada extraordinario se presenta, se espera que el Banco de la República reduzca su tasa al menos a 7% para final de año 2025 con lo cual la DTF y el IBR estarán por esos niveles para continuar el lento descenso hasta 6% para finales de 2026.
Pese a lo anterior, la abundante liquidez bancaria en medio de una tibia recuperación económica hacen previsible una fuerte competencia por el crédito (disminución de los requisitos y un mayor apetito de riesgo) que disminuirá primero y sobre todo las tasas de los créditos estrechando en el corto plazo los márgenes de intermediación.
La tasa de crédito de consumo en plazos de 3 a 5 años que alcanzó un punto máximo de 35% anual ha descendido a 21.5% y podría regresar a los niveles de 17% antes de la pandemia pero sin llegar al 16% mínimo observado durante la pandemia.
Igualmente la tasa de consumo para plazos superior a 5 años ha descendido del 26% al 19% y podría regresar al 15% antes de la pandemia sin llegar al mínimo de 12% observado durante la pandemia.
Algo similar sucede con VIVIENDA que antes de la pandemia estaba en niveles de 10.3% para NO VIS y de 11.3% para VIS incrementándose ambas a 19% y 18% respectivamente para regresar a 11,2% ambas, siendo la más perjudicada la NO VIS que durante la pandemia estuvo inclusive en niveles inferiores al 9%. La tasa de los CDT alcanzó sus máximos iniciando 2023 con un IBR de 13% y para 90, 180 y 360 tasas del 14,81%, 17,17% y 18,24% respectivamente. Estas también se han reducido a finales de enero de 2025 a niveles de 9.3% hasta 180 días y de 10% a un año, lo que equivale a reducciones de más de 44% para los plazos superiores a 90 días y de casi 40% para los 90 días.
ENTORNO SECTORIAL
En el sector solidario, la situación presentada a nivel país con alta inflación y altas tasas de interés se vio reflejada en los altos costos asumidos en el pago de intereses sobre los ahorros y obligaciones financieras así como en los bienes y servicios adquiridos a lo largo del periodo 2023 – 2024, situación que no impidió que se lograran alcanzar la mayoría de los presupuestos trazados para la vigencia, eso sí con un mayor esfuerzo administrativo.
El Principal reto que asumió el sector solidario al iniciar el año 2024, fue el de mantener una base social fidelizada, comprometida y satisfecha con los productos y servicios ofrecidos ante el inicio de una fuerte competencia, especialmente por el crédito, que se hará aún más intensa durante 2025-2026 a medida que las tasas continúen bajando, especialmente hacia el segundo semestre de 2025. La tasa máxima legal descendió durante 2024 diez puntos porcentuales pasando de 34.98% efectiva anual al cierre de 2023 a solo 24.89% para enero de 2025 aunque a febrero de 2025 se incrementó a 26.30% EA.
El crecimiento de la cartera de créditos fue otro gran reto que asumieron las entidades dedicadas a esta actividad, reto que de acuerdo con el panorama del mercado financiero en Colombia, no era fácil debido a la desaceleración, alta inflación y altas tasas que afectó la capacidad de pago de los hogares. El incremento de los ingresos económicos en estas entidades fue principalmente resultado de las tasas de los créditos ya que en general el crecimiento de la cartera se desaceleró.
Por otra parte, se observa un ligero deterioro del indicador de calidad de cartera, lo cual ha tenido un impacto importante en el gasto por deterioro, el cual será todavía mayor durante 2025-2027 a medida que se implementa el nuevo modelo de cálculo del deterioro llamado la pérdida esperada para las entidades de nivel 1 y 2, que también ha implicado importantes inversiones en adecuaciones tecnológicas y capacitación.
La mayoría de las entidades debieron implementar algunas medidas de austeridad en el gasto logrando con ello compensar el incremento de los costos financieros de los depósitos y de las obligaciones financieras así como de los gastos de funcionamiento y así lograr darle continuidad a la mayoría de los beneficios sociales.
Pese a resultados positivos pero probablemente inferiores a los observados en 2021-2022, las perspectivas futuras son favorables en la medida en que los costos financieros se reducirán acorde con lo que se espera ocurra con las tasas del mercado y la cartera continuará creciendo apalancada en el aumento de los aportes y de los ahorros mientras los gastos de funcionamiento crecen más lento al ritmo de una inflación decreciente.
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