¡Cuidado! Estos son los errores identificados en el cálculo de la Pérdida Esperada 🚨 ¿Seguro que lo haces bien?

¡Cuidado! Estos son los errores identificados en el cálculo de la Pérdida Esperada 🚨 ¿Seguro que lo haces bien?

La correcta implementación del cálculo de la pérdida esperada es clave para garantizar la precisión en los reportes financieros y regulatorios a la SUPERSOLIDARIA. Sin embargo, aún persisten errores recurrentes que pueden generar diferencias significativas en las provisiones y afectar la adecuada gestión del riesgo de crédito. A continuación, se presentan los principales errores detectados:

El proceso de homologación entre las modalidades de cartera y el modelo de referencia es obligatorio. No es opcional ni depende del criterio de la entidad. La Superintendencia exige que los reportes de endeudamiento y los estados financieros reflejen esta homologación correctamente.

Muchos sistemas y programas contables aún no están efectuando esta homologación de manera automática, lo que genera discrepancias entre la clasificación contable y la clasificación para efectos de pérdida esperada.

🔹 Ejemplo de error:
Un crédito calificado como C con mora entre 0 y 30 días, en el modelo de referencia, debe homologarse como B en la contabilidad. Si la homologación no se realiza, el cálculo de provisiones será incorrecto.

La probabilidad de incumplimiento (PDI) debe asignarse según la calificación y los días de mora del deudor. Sin embargo, algunos sistemas asignan una PDI del 100% incluso a créditos que no están en mora o cuya calificación no corresponde a un estado de incumplimiento.

🔹 Ejemplo de error:
Si un crédito está calificado como A y tiene 0 días de mora, no puede tener una PDI del 100%. Esto refleja un error en la parametrización del sistema.

El tipo de garantía afecta el cálculo de la pérdida dado el incumplimiento (LGD). Sin embargo, en muchos casos se presentan errores como:

  • Créditos reportados con valor de garantía pero sin una garantía asignada en el sistema.
  • Garantías mal clasificadas, como CDAT reportados como títulos valores, cuando en realidad no lo son.
  • Uso incorrecto de códigos de garantía, por ejemplo, reportar fondos privados como si fueran garantías de entidades públicas.

🔹 Ejemplo de error:
Si un crédito de consumo con libranza tiene garantía no idónea, la LGD debe ser 45% – 50% en los primeros 90 días de mora. Sin embargo, algunos sistemas están asignando 12%, lo cual es incorrecto y afecta las provisiones.

Para los créditos de consumo, la pérdida dado el incumplimiento (LGD) en los primeros 90 días de mora debe ser del 45% al 50% dependiendo de si la cartera es con o sin libranza. Sin embargo, algunos reportes presentan valores incorrectos o incluso 0%, lo cual es un error crítico.

🔹 Ejemplo de error:
Un crédito de consumo con libranza que tiene mora de 75 días debería tener una LGD del 45%, pero el sistema lo está calculando con 12% o 0%, generando subestimación de provisiones.

Los créditos con más de 90 días de mora deben ser considerados como incumplidos, lo que implica que su PDI debe ser del 100%. Sin embargo, en algunos sistemas se están aplicando valores inferiores, afectando el cálculo de la pérdida esperada.

🔹 Ejemplo de error:
Si un crédito tiene 150 días de mora, su PDI debe ser del 100%. No obstante, en algunos reportes aparece con una PDI del 20% o 50%, lo cual es incorrecto.

La probabilidad de incumplimiento (PDI) debe estar alineada con la calificación del deudor y los días de mora. Sin embargo, hay casos en los que créditos en categoría A o B están siendo asignados con PDI del 100%, lo que no es correcto.

🔹 Ejemplo de error:
Un crédito calificado como B con 60 días de mora debería tener una PDI ajustada al modelo, pero el sistema le asigna 100% como si estuviera en incumplimiento total.

La ley de arrastre establece que si un deudor tiene una obligación en estado D o E, sus otras obligaciones deben ser recalificadas a la misma categoría de mayor riesgo. Sin embargo, en muchos casos esta regla no se está aplicando correctamente.

🔹 Ejemplo de error:
Si un deudor tiene una obligación en E, pero otra en B, la segunda debería ser recalificada a E, lo cual muchas entidades no están haciendo.

Desde la nueva versión del SIXES, las entidades deben reportar correctamente las cuentas de orden. Sin embargo, se han detectado problemas en la conciliación de cuentas, como:

  • No cuadrar correctamente la contrapartida con la 86 (cartera castigada).
  • Mezclar intereses con capital al momento de reportar.
  • Reportar valores incorrectos en cuentas como 14405, 140410, 1441, 1442, etc.

🔹 Ejemplo de error:
Si se reporta una cartera castigada en la cuenta 86, pero la contrapartida está en la 88, esto generará descuadres en la contabilidad.


Los errores en el cálculo de la pérdida esperada pueden tener un impacto significativo en las provisiones, el cumplimiento regulatorio y la estabilidad financiera de las entidades. Por ello, es fundamental:

✅ Verificar que el sistema de información esté aplicando la homologación obligatoria correctamente.
✅ Asegurar que la PDI y la LGD correspondan a la realidad del crédito.
✅ Revisar la clasificación y codificación de las garantías.
✅ Validar que la PDI del 100% solo se aplique a créditos con más de 90 días de mora.
✅ Confirmar la correcta aplicación de la ley de arrastre y recalificación de cartera.
✅ Conciliar adecuadamente las cuentas contables y las cuentas de orden en el SIXES.

Este 28 de marzo, en nuestro seminario especializado, analizaremos en detalle estos errores y cómo evitarlos para garantizar reportes financieros precisos y conformes con la normativa vigente. ¡No se lo pierdan! 🚀 https://diegobetancour.com.co/seminarios/nuevo-reporte-pedagogico-de-perdida-esperada-para-nivel-2-de-supervision-marco-legal-impactos-taller-de-calculo-reporte-pedagogico/

Presupuesto 2025! Estrategias y Perspectivas para el Sector Solidario

Presupuesto 2025! Estrategias y Perspectivas para el Sector Solidario

A medida que nos acercamos al 2025, las organizaciones del sector solidario enfrentan el reto de construir un presupuesto que vaya más allá de lo convencional, uno que no solo refleje las expectativas financieras, sino que actúe como una hoja de ruta para superar los desafíos económicos y aprovechar las oportunidades emergentes.

EL presupuesto: de una simple proyección de gastos e ingresos, a una herramienta estratégica de transformación y crecimiento.

Para muchas organizaciones, el presupuesto anual es solo un ejercicio financiero. Sin embargo, los desafíos de hoy, como las altas tasas de interés, el desempleo y los cambios en el costo de vida, exigen una visión más profunda y anticipativa. Es necesario construir presupuestos que no solo miren el año que viene, sino que sean flexibles, oportunos y estén adaptados para responder a cambios abruptos en la economía.

En los últimos meses, hemos visto que la inflación ha disminuido a un 5.68%, una mejora significativa, pero que aún supera el 4% que el Banco de la República considera como límite superior. Esto no es solo una cifra; implica que los costos básicos, como la vivienda y la educación, siguen aumentando. Un presupuesto para el 2025 debe prever cómo estos costos impactarán tanto en los ingresos como en los gastos operativos y plantear soluciones como la eficiencia en costos o nuevas estrategias de generación de ingresos.

En lugar de ver el presupuesto como una simple suma de cifras, incorporemos un análisis contextual. Las perspectivas para el 2025 incluyen escenarios complejos de desempleo y una lenta reducción de las tasas de interés. Esto significa que nuestro enfoque debe incluir:

  • Planificación por contingencias: Evaluar cómo cada incremento en el desempleo o en los costos de servicios impactará la morosidad y la cartera de crédito.
  • Flexibilidad de gasto: Los gastos en sectores como vivienda y educación continuarán siendo inelásticos, por lo cual la estrategia debería considerar las áreas donde se pueden generar ahorros y reasignaciones rápidas.

Una de las estrategias más prometedoras es el acceso al Pacto por el Crédito, que abre nuevas posibilidades de financiación. Este año, integrarlo en el presupuesto no es solo recomendable, sino esencial. Pero vayamos un paso más allá: en lugar de considerar estas fuentes como fondos adicionales, úsalas para impulsar proyectos innovadores, como:

  • Proyectos de turismo social y rural: Existen cooperativas y fondos de empleados que podrían capitalizar sus activos turísticos (hoteles o centros vacacionales) en proyectos sostenibles, generando ingresos adicionales y apoyando el turismo comunitario.
  • Vivienda como inversión social: Facilitar créditos para mejoras en vivienda no solo atiende una necesidad social crítica sino que fortalece el compromiso de los asociados y reduce el riesgo de rotación. Un presupuesto sólido debe prever estas áreas de impacto social y definirlas como líneas de inversión clave.

Los errores comunes en la contabilidad del sector solidario, como la incorrecta clasificación de fondos o inversiones, pueden desajustar por completo un presupuesto. Este año, toma una postura disruptiva hacia la contabilidad: reevalúa cada línea de tu catálogo de cuentas y asegúrate de que se alineen con las últimas normativas. Solo un presupuesto construido sobre una base sólida puede garantizar la salud financiera y evitar sorpresas.

Principales errores:

Se espera que las tasas de interés bajen, pero no a la velocidad que muchos anticipan. Esto crea un escenario donde la competencia en el sector crediticio será intensa. Para hacer frente a este desafío:

  • Optimiza las líneas de crédito: Ajusta las tasas de interés y los plazos para atraer a un público que, aunque enfrenta restricciones económicas, necesita alternativas de financiamiento sostenibles.
  • Diversificación de ingresos: Considera añadir líneas de crédito alternativas o enfocarte en tipos de crédito menos tradicionales para captar a asociados con diferentes perfiles de necesidad y de riesgo.

Finalmente, un presupuesto debe ser uno que incluya a sus asociados en su diseño y resultados. Más allá de las cifras, este debe ser un plan que tenga en cuenta la sostenibilidad del entorno, la equidad en el acceso a los servicios, y que potencie la autogestión en cada área. Las organizaciones solidarias pueden liderar el cambio integrando conceptos como:

  • Capacitación financiera para asociados: Presupuestar para programas que eduquen a los asociados y sus familias en temas financieros, reforzando así la cultura de ahorro y responsabilidad económica.

Transformemos la visión de presupuesto

Con este enfoque, el presupuesto deja de ser un ejercicio financiero anual y se convierte en un instrumento vivo, uno que refleje no solo los objetivos de una organización, sino también su propósito. Nos vemos este viernes 1 de Noviembre para que aprendas a planificar con audacia, priorizando la sostenibilidad y el apoyo a los asociados con la innovación así tu organización estará no solo preparada, sino anticipada a los cambios del entorno. Click AQUÍ