Requerimientos Supersolidaria: Ármese de argumentos y, si tiene la razón, no agache la cabeza ni acepte todo lo que le escriben.

Requerimientos Supersolidaria: Ármese de argumentos y, si tiene la razón, no agache la cabeza ni acepte todo lo que le escriben.

Requerimientos Supersolidaria

Los requerimientos son procedimientos rutinarios que la Supersolidaria realiza de forma periódica. La entidad asigna a sus contratistas un número determinado de organizaciones, a las cuales deben enviar al menos uno o dos requerimientos al año, basados en una proforma estándar.
Como respondo muchos de estos requerimientos, puedo asegurar que la mayoría incluyen los mismos puntos.

👉 Importante: que reciba un requerimiento no significa que su entidad esté mal.
Los contratistas deben escribirle algo sí o sí para cumplir con los términos del contrato y recibir su pago.

Además, no importa qué tan bien esté su entidad: siempre le van a escribir. Algunos ejemplos frecuentes:

  • Liquidez:
    Si tiene mucha liquidez, le preguntarán por qué aumentó tanto y dirán que es improductiva.
    Pero en el mismo requerimiento pueden señalar que tiene “muy poca liquidez” para cubrir retiros de ahorro a la vista, contractual y CDAT a 90 días, y le pedirán un plan para atender el riesgo de liquidez.
  • Concentración:
    No importa si la entidad es grande o pequeña, le señalarán que la cartera, los depósitos o los aportes están demasiado concentrados y pedirán un plan para “desconcentrarlos”.
    Esto ocurre porque no tienen parámetros de comparación sectorial ni consideran el tamaño de la base social.
  • Calidad de cartera:
    Si su indicador de calidad por riesgo está por encima del promedio, lo cuestionarán por “ser demasiado alto” (normalmente por políticas fuertes de recalificación).
    Si está por debajo, dirán que quizá su política es “demasiado laxa”.

Desde el sector, algunos gerentes, contadores y revisores se alarman innecesariamente.
Sin embargo, los contratistas y funcionarios de la Supersolidaria no son perfectos ni infalibles. Con frecuencia se equivocan citando normas que no aplican o interpretándolas de manera errónea.

👉 Ármese de argumentos.
Si usted considera que tiene la razón, no tiene por qué agachar la cabeza ni aceptar todo lo que le escriben.
Además, puede informar a los gremios a los que pertenece sobre aquellos requerimientos que, en su criterio, van en contra de las normas o están mal interpretados.

Un ejemplo frecuente es la medición de la suficiencia del margen financiero.
En muchos casos, dejan por fuera los rendimientos del fondo de liquidez y de las inversiones, argumentando que no son “operacionales”.
No obstante, con las NIIF el concepto cambió de “operacionales” a “ordinarios”.
Estos ingresos son ordinarios porque forman parte del giro normal del negocio. Además, en el caso del fondo de liquidez, son necesarios por el riesgo de liquidez y la obligación de mantener un colchón de activos líquidos.

Aun así, es común que le pidan un plan para “no depender” de esos ingresos financieros. Esto sucede en un contexto en el que la demanda de crédito es baja y la rentabilidad de las inversiones ha aumentado.

En resumen:
Recibir un requerimiento no es una señal de alarma, sino parte del proceso. Respóndalo con argumentos, gestione los riesgos cuando existan y mantenga la tranquilidad.