Protegido: 📚Material – Seminario Análisis Financiero E Interpretación De Indicadores De Riesgos Financieros Para No Financieros
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El proceso de evaluación de cartera es esencial para la gestión del riesgo crediticio en las organizaciones solidarias. Este procedimiento, que busca identificar de manera preventiva el riesgo de los créditos, se torna aún más relevante en el contexto económico de 2024, marcado por desafíos y cambios significativos en la economía global y local. Aprendamos cómo debe llevarse a cabo este proceso, considerando las condiciones económicas actuales, los criterios de evaluación, y la responsabilidad de los diferentes actores involucrados.
El año 2024 presenta un panorama económico complejo, influenciado por varios factores:
En este contexto, el proceso de evaluación de cartera no implica una revisión física de las carpetas de crédito, sino la implementación de metodologías y técnicas analíticas que permitan medir el riesgo de crédito de todas las obligaciones vigentes. Es fundamental que estas metodologías sean aprobadas por el consejo de administración o junta directiva, y que se realicen recalificaciones de los créditos según las evaluaciones del comité de riesgos. Si las nuevas calificaciones indican deterioros adicionales, estos deben registrarse inmediatamente, siguiendo las normativas pertinentes.
Los administradores tienen la responsabilidad de asegurar un registro adecuado de las recalificaciones y deterioros, conforme a las recomendaciones del comité de riesgos. Es esencial mantener una gestión proactiva y transparente del riesgo crediticio, garantizando que las decisiones se basen en análisis detallados y actualizados.
La metodología para la evaluación de la cartera de créditos debe considerar al menos los siguientes criterios:
La evaluación de cartera debe realizarse, como mínimo, de forma semestral en mayo y noviembre, con resultados reflejados en los estados financieros de junio y diciembre. Las organizaciones que no aplican modelos para el cálculo de la pérdida esperada deben realizar esta evaluación al menos una vez al año. En casos de medidas cautelares, se requiere una evaluación total al inicio de la medida.
Las recalificaciones aprobadas deben mantenerse hasta la próxima evaluación, a menos que se evidencie un cambio significativo en el nivel de riesgo. La morosidad no debe ser el único factor considerado para la recalificación.
El Comité de Riesgos analiza los resultados del monitoreo y evaluación de cartera, presentando recomendaciones al consejo de administración para una gestión adecuada del riesgo crediticio. Es muy importante que este comité tenga una visión integral y actualizada de la cartera para tomar decisiones informadas.
Las labores de cobranza administrativa y jurídica son esenciales para obtener el pago de las deudas. El consejo de administración o Junta Directiva, debe definir las políticas y responsables de la recuperación, evaluar y aprobar reestructuraciones, gestionar bienes recibidos en dación en pago y decidir sobre el castigo de créditos. Es importante notificar oportunamente a los deudores sobre cualquier problema que pueda afectar el pago de la deuda, informando sobre posibles reportes negativos y cobros adicionales.
Las reestructuraciones deben ser un recurso excepcional, aplicándose solo cuando es razonable esperar la recuperación del crédito bajo nuevas condiciones. Estas deben estar debidamente identificadas y su calificación ajustada según el análisis de riesgo. Los créditos reestructurados deben mantener su historial y ser monitoreados continuamente.
El proceso de evaluación de cartera es fundamental para la sostenibilidad financiera y la gestión del riesgo crediticio en las organizaciones solidarias, especialmente en el contexto económico desafiante de 2024. La implementación de metodologías analíticas robustas, la responsabilidad de los administradores y la intervención del Comité de Riesgos son pilares para asegurar una gestión proactiva y efectiva del riesgo, protegiendo así la estabilidad y solvencia de la organización.