Las etapas del SARLAFT (Sistema de Administración del Riesgo de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo), también conocidas como matriz de riesgo, constituyen los pilares fundamentales que articulan los elementos del sistema, brindando referencias específicas sobre los riesgos en las organizaciones solidarias. Por tanto, resulta indispensable desarrollar una metodología adecuada en la organización para la identificación, medición, control y definición de planes de monitoreo, que permitan establecer los riesgos residuales dentro de los estándares de aceptación del riesgo.
La metodología más común utilizada para la gestión de estas etapas es la ISO 31000, la cual es idéntica a la metodología del modelo estándar australiano para la gestión de riesgos AS/NZS 4360:1999. Además, es la recomendada por la Supersolidaria para tan importante labor.
Uno de los errores más comunes es implementarla y no volver a actualizarla, o no conocer la metodología, y no cumplir con los criterios técnicos mínimos metodológicos para la determinación del riesgo inherente, riesgo residual, y otro más preocupante, nunca haberla implementado ya que «eso no me lo exige la norma». Es grave caer en estas dos situaciones, ya que como vimos en un principio, las etapas son muy importantes para no solo articular el sistema sino también para crear un plan de trabajo, no solo como oficial de cumplimiento sino también como Revisor Fiscal de una organización solidaria.
Resulta fundamental gestionar las etapas, aunque según la normatividad no sea obligatoria la matriz de riesgo (para algunas entidades), y este es un grave error. Desentenderse de esta importante herramienta solo porque «la norma no me lo exige», es ahí cuando debemos poner más atención y trabajar en las etapas del SARLAFT para procurar la no materialización de un riesgo legal, reputacional, contagio u operativo. Además, establecer un plan de trabajo que garantice la plena ejecución de los controles definidos y los controles requeridos. Es por esto que la matriz de riesgo termina siendo una excelente guía para elaborar el plan de trabajo del oficial de cumplimiento y el Revisor Fiscal, para presentar el informe semestral o trimestral.
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